martes, 2 de enero de 2018

- Ah, claro - soltó, riéndose de tal suposición. ¿Igual que yo reconocí a mi Aileen cuando la tuve en mis manos? A veces, los prejuicios y el resentimiento nos pueden cegar. En ocasiones, Daanna, nos negamos a admitir aquello que anhela nuestro instinto más primitivo, aquello por lo que suplica el alma, está justo frente a nosotros.
No quisiste reconocer a Menw, que es diferente, pero creo que lo veías.

El libro de la Elegida - Saga Vanir - Lena Valenti.


lunes, 1 de enero de 2018

Las musas.


He preferido dejar de escribir con tal de que las musas dejasen de hablarme de tí, pero tras meses de incesante lucha, he entendido que eso no las hará callar dentro de mí.
La ira ahora susurra en mi oído cada noche, suplicando a la musa del amor que la salve para no enfermar ella también.

Las musas han dejado de tocar los miles de pentagramas que componían solo con recordar tu nombre. Ese nombre que al acariciar mis labios exhalando el aire que me dabas solo por el hecho de existir, movía las cuerdas del arpa de la vida que hacía vibrar de nuevo un corazón maltratado. Porque aún tú siendo mudo en el amor, te volviste mi nota favorita en un mundo ensordecedor.

Los monstruos enloquecieron al dejar de percibir tu cítrico olor, tus rudas manos sobre mis suaves caderas en las noches más frías buscando el calor en un invierno sin fin en la oscuridad de tu alma, la oscuridad de la cuál, yo hice mi hogar.

 Enloquecieron al ya no ver tu figura en la noche a mi lado buscando la paz, mientras hacíamos la guerra sobre colchones que nos llevaban a otro lugar durante unas horas, al saber que tus letras jamás fueron compuestas para mí o al pensar en que las canciones ya no golpearían en tu mente gritando mi nombre.

Enloquecieron de dolor al pensar en que mi cálida voz a susurros ya no te traería de entre los muertos para darme un beso que a ambos nos devolviese a la vida. 

Enloquecieron al no verte venir por mí aquel día, en el que me fui dejando mi amoratado corazón en cualquier parte, con la esperanza de que corrieses a rodearme entre tus brazos y hacer entender a mis monstruos, que ellos ahora son partes de tu pequeño infierno al que nosotros terminamos llamando hogar.

Y me lleno de rabia, queriendo vomitar cada esfuerzo que he gastado de mi alma para poder alimentar a la tuya. Por haber sido tan estúpida de no ver que jamás habrá un capítulo de tu vida para mí y que cuando la gente hable de ti, probablemente  ni sepan mi nombre. Jamás te morirías por llenar miles de cuadernos con historias escritas para nosotros y  jamás te morirías por gritar que eras el hombre más feliz por haber coincidido en esta vida conmigo.

Me veo acudir a tu llamada de auxilio sin poder evitarlo, como la madre que socorre a su cachorro, aún sabiendo que verá en sus ojos que él no la quiere igual cuando la mira a ella.

Y las odio, odio a mis musas por ello. Porque ellas se empeñan en componer para a alguien a quien no le brillan los ojos al mirarla y mientras tanto, ellas se aferran en mandarme a recuerdos más que lejanos, detrás de un: 'Quizás sus ojos no te mentían'. 

Siento un óceano tan grande de tristeza al necesitar escribir sobre ti aún sabiendo todo esto, que si hoy decidieras mirarte en el abismo de mis pupilas buscando la salvación, nos ahogaríamos los dos.


sábado, 19 de septiembre de 2015

Can't fly.

Siento que nunca volveré a sentir que vuelo.Ya nadie me hará volar, ya nadie volará conmigo como si no hubiese peligro de caer al suelo... Sigo teniendo alas, pero ya nadie las impulsa para volar. Como si mis pies se hubiesen anclado al suelo y el resto de mi cuerpo aún creyese que puede despegar con alguien de la mano que le guste tan poco como a mi las cosas grises que atan a los humanos al suelo. Alguien que anhele volar libre, pero volar con alguien. 

viernes, 10 de julio de 2015

Árbol caído.

En noches como estas, es cuando el frío se apodera de lo más profundo de las piezas que le quedaban a mi amoratado corazón. Supongo que he vuelto a escribir porque conozco esta sensación, este frío que comienza a cubrir de oscuridad todo rastro de luz que haya podido habitar en mi interior. 

De repente, siento en pausa el estómago, esa sensación a la que tanto temo, esa pausa que hace que los granos de arena no se muevan dentro del reloj. Ese eterno silencio que cubrirá mi habitación cada noche de nuevo aunque el volumen de la música no se pueda subir más. Resuena constantemente en mi cabeza esa melodía, esas gotitas de música de la intro de aquel juego que en su momento significó parte de mi corazón también.
El amor jamás será un error, no importa cuan vacío te hayas quedado después. El amor siempre es un regalo... Y tan solo me pregunto porque el mío no fue suficiente. Porque el mío tal vez era defectuoso, si no podía llevar más amor consigo que el amor que guardé durante años. 
He intentado ser fuerte, ser el árbol que crece durante una tempestad y aguantan sus ramas en las más frías noches de otoño, pero a pesar de ello, un árbol no puede ser fuerte si no hay nadie que se pose bajo sus ramas en las hermosas noches de verano, alguien a quien tan solo le guste disfrutar en silencio de las preciosas flores que consiguieron nacer de él. Hoy, me siento un árbol con flores, pero ya nadie duerme bajo mi sombra, ya nadie echará de menos la brisa que se escapará entre mis ramas, ya nadie se acordará de aquel árbol que no tuvo las mejores flores, pero aguantó lo mejor que pudo el largo invierno sin saber si volvería a salir el sol. 

Tal vez no fue suficiente o tal vez simplemente no eran las flores que él buscaba. A pesar de no ser las que tal vez buscaba, mi corazón puede jurar que intentó hacer las más bonitas solo para él. Tal vez no se quedaba bajo mis ramas cada día porque sin él saberlo, algún día le llenarían más otras flores, otras hojas, otros colores... No porque fuesen mejores, sino porque simplemente no le llenaban. Un árbol puede necesitar solo una persona que necesite su sombra para sentir que su vida está completa, pero un árbol no puede solo esperar a que vengan durante épocas, sin pensar en si el árbol ha sufrido tempestades en su ausencia y volver a marcharse sabiendo que el árbol siempre estaría ahí para él... Tal vez fuese mucho pedir, pero incluso un árbol agradecería tener bajo su sombra, alguien que por mucha vida que allá más del bosque, siempre saque cinco minutos a amar las flores que nacieron para él...Porque cuando realmente amas algo, dedicarle tiempo no es un sacrificio, es un placer. 

El árbol no podrá moverse de su sitio, no podrá escapar a buscar más vida que la vida que venga traída por el viento, pero si pueden marchitarse sus flores y no por falta de amor hacia quien se pose bajo él, sino por falta de amor hacia las flores que tanto tiempo le llevaron florecer y hoy siente que a nadie le importaba verlas brillar cada día. Unas flores no tardaron meses en crecer para ser visitadas a ratos. 
Esta noche, mis pétalos comenzaron a caer de nuevo. Adiós dulce primavera, que más tarde que temprano decidiste un día volver a mí...
  

domingo, 8 de marzo de 2015

M.

Y es entonces cuando tuve que soltar de nuevo su mano y ver como arrancaba una vez más, sin mi dentro del coche. Me di la vuelta sonriendole, aguantando las lágrimas en los más profundo de mi para qué a él no se le hiciese más difícil marchar, intentando convencernos a los dos de qué más temprano que tarde volveríamos a vernos, sin saber cuanto tiempo significaría en verdad eso. Fue entonces cuando entendí qué en un abrazo quise traspasar mi corazón dentro suya, para que se lo llevase con él tan lejos como decidiese marcharse, sabía que mi corazón sería ahí donde querría estar, cerca del calor de su abrigo.
Fue entonces, cuando sentí temblar la barbilla, y supe que era el momento de separarnos, qué debería soltar su mano o me rompería en mil pedazos cayendo a sus pies suplicando qué no se marche de nuevo. Sentí qué todo el peso caía sobre mi, qué ya nadie podría ayudarme a sostener el peso del mundo ahora.
Subí con los ojos llenos de sentimientos que no pude decir junto a un 'adiós' y me pregunté como serían las noches de ahora en adelante en esa habitación, ahora que sabía lo que era llenar entre los dos ese frío que me tuvo tantas noches, ahora que alguien me protegió de nuevo, ahora que alguien me había hecho reír en una habitación que tan solo me recordaba llorar durante tanto tiempo. Volveré a taparme con esas sábanas frías y la enorme mitad de esta cama vacía, en ese lugar que ahora siempre mi mente le recordará dormido. Cada noche miraré a mi lado y estoy segura de que casi podré verle sonreírme desde el otro lado de la cama. Tú has dado luz a esta pequeña habitación. 



jueves, 4 de diciembre de 2014

Tren.

Siempre imaginé qué esta foto estaba hecha en el momento exacto en el qué el chico la vio bajar del tren después de meses deseando verla, tal vez sin saber como reaccionar unos segundos hasta darse cuenta de que era realmente ella, delante suya, la que durante tantas noches le hizo sonreír sin siquiera poder verla, lo único qué no pudo contener fueron las ganas de abrazarla contra él y besarla, sin importar si eso era lo que ella esperaba. Solo sujetándola para asegurarse de que era cierto de que, por fin ella estaba ahí. Tampoco sé porque imagino constantemente esa escena en mi cabeza cuando la veo, pero por alguna razón, me llena. 


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Wonder.

Y es que la única verdad es que todos anhelamos tener en las noches a esa persona a la que poder mirar de reojo para qué no despiste su atención de la película, como si ambos no supieseis qué el marginado de la película acabará salvando la ciudad. Quitarte los calcetines para pegar tus pies a su espalda y provocarle una hipotermia que tan solo el calor de tus besos pueda sanar. Qué su enfado contigo no dure más de dos carantoñas haciéndoos el tonto para competir por quien puede llegar a ser más deforme. Qué tu única manera de ganarle a videojuegos sea apagando el ordenador a tiempo antes de su victoria, pero que cuando apaguéis la luz, se ría con dulzura por notar tu manera de seguir pensando que algún día podrás ganarle. Pero que tuviese claro que esa noche entre besos y abrazos, estaríais ganando el cielo los dos.