~ Aún lo recuerdo, sí, no me cabe la menor duda, fue aquella playa, en aquél rincón, aún noto su presencia. Las olas chocan con la misma furia y el mismo estruendo que aquella tarde, lo único que la diferencia, es que aquella tarde su risa sobrepasaba cualquier sonido entre millones, su voz era mi guía. Juraría que aún, si cierro los ojos y extendiendo los brazos con todas mis fuerzas, podría sentir su torso apretando el mío, prometiéndome jamás soltarme si yo lo permitía. Grabada en mi mente está, esa infantil pero tan hermosa muestra de cariño, con un corazón dibujado en la orilla del mar, mientras entre besos, la marea lo borra...quién fuese corazón de arena para arrastrar consigo los recuerdos. Aún lo conservo, sí, su cuaderno...aún conserva la rosa seca qué prometí no sacar hasta que mi amor se secase al mismo ritmo con el cual la naturaleza, desgasta un corazón. Aquél empujón que paralizó mi corazón en cuestión de segundos, encrespando ese peinado el cuál llevó horas de preparación, tan solo para él, y lo mejor de todo, fue tener qué caer al mar con él, para darme cuenta qué no importa el lugar, sino que la persona con la que estés, sea el mejor lugar que pudieses desear.
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