~ Supongo que a veces necesitamos unas vías de escape que através de la garganta no encuentran salida. El deslizar de los dedos sobre el teclado es hoy día, el lenguaje del alma.
viernes, 13 de abril de 2012
Clock.
~ La conciencia la golpeaba, la arañaba y la gritaba cada noche y sin saber como ni por qué, sus mayores temores se convirtieron en sus confidentes. La melancolía se abría paso entre ilusiones rotas, entre caminos de planes de un futuro que se embarcaban hacia un mar sin nombre. Su mente afirmaba cosas que su corazón rechazaba como quien no acepta la muerte de un ser querido, él ya no estaba pero era evidente que aún buscaba su olor en su almohada. Podría caminar por las mejores calles de Madrid, un millón de dólares en el bolsillo y seguiría sintiéndose pobre, vacía. Era consciente de lo que su ausencia había causado; el maquillaje no servía, era inútil intentar maquillar un corazón roto. Pasaban los días en su cama buscando el descanso que su mente no la permitía, procesando malos y buenos momentos, incluída durmiendo. Cristina, así se llamaba. Tenía unos rizos color caramelo, unos ojos marrones color chocolate y la mejor sonrisa, pero sentía que ya no tenía a quien hacer feliz con ella. Paseaba entre parques y calles en donde en cada lugar, había un momento escrito, un par de nombres tallados en un árbol o un beso rememorando cuánto se quisieron. Dicen que el paso del tiempo no perdona y no espera para nadie; - 'Tan siquiera para un corazón enamorado'- pensó Cristina caminando entre lágrimas hasta aquel callejón. Se dejaba derrumbar por un sentimiento que parecía ser un 'dementor', se apoderaba de ella cada noche, se apoderaba de sus únicos recuerdos de felicidad. Era visible en su rostro, no había luz en su mirada, ni sonrisas con las que deslumbrar a los que tanto la quisieron. Decidió volver a casa, tan solo el taconeo de sus zapatos la acompañaba en una melodía que su cabeza era capaz de tatarear sin césar, mientras tanto por el camino no hacia más que repetirse: - '' Me hubiera encantado morirme en tus brazos y que mi último suspiro lo hubiesen sentidos tus cálidos labios"- dijo tirando su última lágrima a la orilla de aquel mar.
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