viernes, 26 de octubre de 2012

Tequila.

~ Y que importaba ya si en el cielo no volvería a posarse el sol. ¿Qué importaría no volver a abrir los ojos?. Es un mal trago de whisky y tequila, en el cual se olvidaron de darte limón y sal. Arde, te quema y escuece, así han sido siempre los tragos de tequila y así serán siempre las malas experiencias. La ley karmática dice que buen o mal pensamiento o conducta acumulará mal karma, lo que hará que sucedan momentos en la vida no agradables, que traigan sufrimiento o perturbación a esa persona. La cuestión es: "¿Y los que lo hemos hecho bien?. Es una continua espera, alimentando una rabia con un: "No hay prisa, ya pagarán", preguntándonos si tal vez simplemente, es una manera de consuelo, una auto-ayuda, una manera de dejar pasar la agonía hasta que se convierta en polvo. Ves pasando los días, sentado en el sillón y es una mala película repetida, como un disco rayado repitiendo la frase más detestada de tu disco favorito, sabiendo que esa película podría continuar, con el resto de la canción, la que siempre te gustó, te encantó y se a quedado atascada, en un mismo mal momento. Dicen que el destino no nos pone ante ninguna situación que no podamos superar, pero llega un momento en el que has intentado saltar tantas veces 'ese' muro, qué cuando parece que se a hecho más pequeño, te das cuenta que has dejado todas tus fuerzas en intentarlo las veces anteriores cuando aún era imposible. 'Todo tiene un límite' o eso dicen, pero ¿dónde está el verdadero límite?, ¿lo pone la razón o el corazón?, ¿el estado físico o psíquico?. Siempre hará falta otro trago de tequila sin limón para comprobarlo.

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