~ El invierno de nuevo se acercó a las calles de Stanford y con él, la llegada de Jesse. Habían pasado meses desde él abandonó su ciudad de origen para reencontrarse con sí mismo pero desde aquellas últimas navidades pasadas, eso jamás sucedió. Conducía por la carretera perplejo, distraído a la par que nostálgico; era tan nuevo y tan conocida aquella sensación de volver a casa...No podía, aquella sensación le arañaba desde dentro, desgarrándole la poca cordura que Samantha dejó en él. El coche paró en seco, se quitó el cinturón de seguridad y salió del coche, como si todo aquel trayecto hasta ese lugar hubiera contenido la respiración. "Y dime...¡cómo debo seguir si tú eras mi guía, mi estrella polar, eras mi luz al final del túnel y ahora no veo nada!"- gritó pegando un portazo a la puerta del coche. Se apoyó en la parte trasera del coche y fue descendiendo hasta quedar sentado en el suelo con la cabeza apoyada en sus rodillas, tan solo con el ruido del motor y unos llantos apenas perceptibles para quien no sabe que duele más aquel que calla. Pasaron minutos, quizás horas, pero la conciencia del tiempo se paró una vez entró en Stanford y Samantha como un rayo de luz penetró en su mente sin permiso, galopando hacia sus recuerdos. Con lágrimas en los ojos decidió adentrarse en el coche sin pensar y de nuevo condujo, con aquel remolino en el estómago. Allí estaba, de nuevo, frente a una casa con la cual un día soñó con llamar 'hogar', pero para él perdió todo aquel significado si dentro no estaba ella, y la familia que un día soñaron formar juntos. Abrió la puerta y todo estaba desierto, los pocos muebles que dejó tapados con sábanas blancas, era un ambiente más que tétrico para Jesse. Dejó la puerta abierta y se dirigió hacia coche para coger las escasas maletas que se llevó consigo al marchar. Subió las escaleras, escalón a escalón sentía que enfrentaba a un pasado que era más que un presente para él, pero ya no había marcha atrás, formaba parte de él y encontrarse consigo mismo, era algo que había aprendido después de repetirse una y otra vez, que ella siempre sería parte de su vida, hubiera decidido marcharse sin él o no. Dejó sus maletas en un rincón de aquella habitación color azul grisáceo, se acercó hacia una esquina de la habitación y en cada pared se encontraba una ventana. Era el rincón de pensar de Jesse, recordaba haberle puesto aquel nombre después de diferentes discusiones con Samantha y siempre haber encontrado la solución acercándose a aquel lugar y pensar en ella, en un solución y haberse encontrado en un beso. Crujió, y un escalofrío recorrió como un dedo helado la espalda de Jesse. Se giró rápidamente como una alerta que no se percibe, un sexto sentido. En aquel instante un chasquido de le hizo perder el conocimiento aun siendo consciente de que él ya no formaba parte de su cuerpo, estaba fuera de sí. Se vio desde fuera flotando en el aire, frente a las ventanas de aquel rincón, conocía aquel aroma que estaba por llegar, aquel dolor tan placentero que tan solo sentía en aquella casa, y sabía que era la única manera de reencontrarse con ella. "Bienvenida fue la muerte que has traído a mi, te extrañaba, Samantha"- susurró antes de caer sin pulso al suelo.
~ Supongo que a veces necesitamos unas vías de escape que através de la garganta no encuentran salida. El deslizar de los dedos sobre el teclado es hoy día, el lenguaje del alma.
lunes, 27 de febrero de 2012
lunes, 13 de febrero de 2012
El lugar más deseado.
~ Aún lo recuerdo, sí, no me cabe la menor duda, fue aquella playa, en aquél rincón, aún noto su presencia. Las olas chocan con la misma furia y el mismo estruendo que aquella tarde, lo único que la diferencia, es que aquella tarde su risa sobrepasaba cualquier sonido entre millones, su voz era mi guía. Juraría que aún, si cierro los ojos y extendiendo los brazos con todas mis fuerzas, podría sentir su torso apretando el mío, prometiéndome jamás soltarme si yo lo permitía. Grabada en mi mente está, esa infantil pero tan hermosa muestra de cariño, con un corazón dibujado en la orilla del mar, mientras entre besos, la marea lo borra...quién fuese corazón de arena para arrastrar consigo los recuerdos. Aún lo conservo, sí, su cuaderno...aún conserva la rosa seca qué prometí no sacar hasta que mi amor se secase al mismo ritmo con el cual la naturaleza, desgasta un corazón. Aquél empujón que paralizó mi corazón en cuestión de segundos, encrespando ese peinado el cuál llevó horas de preparación, tan solo para él, y lo mejor de todo, fue tener qué caer al mar con él, para darme cuenta qué no importa el lugar, sino que la persona con la que estés, sea el mejor lugar que pudieses desear.
Jugando a ser mayor.
~ El sonido del agua que corría vagamente por el plato de la ducha, la tenue luz de las velas previamente encendidas , le daba la tranquilidad qué necesitaba para relajarse, esperando su llegada. Sentada en el borde de la ducha, mientras las llemas de sus dedos acariciaban la superficie del agua haciendo ondas con forma de corazón.Pobre analfabeto el lenguaje del amor. Libre de ironías, libre de palabras. Danzaba al sonido de aquél vulgar disco de Jazz , intentando que sus pensamientos, al moverse al mismo ritmo, volasen, volasen por la ventana junto a los miedos que estaban por llegar. Se hacía tantas preguntas... Pero lástima, el reloj no conoce de inquietudes. Aquellas mallas color marrón, esos tacones expresamente comprados para la ocasión, aquél perfume que la caracterizaba, no podían faltar esa noche. Las piernas le flaqueaba cuál criatura recién nacida pero qué diantres... la ocasión era parecida, ella decidió echar a caminar con esos tacones los cuales aún ni dominaba, intentó como todas, demasiado pronto, intentar jugar a ser mayor.
Rayo de Luna- Gustavo Adolfo Bécquer.
" Y esa mujer , que es hermosa como el más hermoso de mis sueños de adolescente,que piensa como yo pienso, que odia lo que yo odio, que gusta de lo que yo gusto, que su espíritu es hermano de mi espíritu, que es el complemento de mi ser , ¿no se ha de sentir conmovida al encontrarme?¿No me ha de amar como yo la amaré, como la amo ya, con todas las fuerzas de mi vida, con todas las facultades de mi alma?" [...] " Vamos, vamos al sitio donde por primera y única vez que la he visto... Quién sabe si, caprichosa como yo, amiga de la soledad y el misterio, como todas las almas soñadoras, se complace en vagar por entre ruinas en el silencio de la noche."♥
Gustavo Adolfo Bécquer.
Time to time.
~ Sin saber cómo ni por qué, sus esquemas se quebraron contra el suelo, a la par que aquél marco con su fotografía,rebentó el cristal contra el suelo haciendo de su estruendoso ruido,un eco vacilante que acompañaba su grito de desolación.La fotografía desgarrada, acompañando a su corazón en aquellas profundas pero casi invisibles heridas. Siempre se preguntó como pudo llegar al extremo sentir alfileres dentro de sí,sin tan siquiera tocar objeto alguno, pero recordó las palabras de su difunta madre aquella noche en la que todo, dejó de tener sentido : " Siempre estaré contigo ". La locura apoderandose de si misma sin pedir permiso, la hizo enloquecer, pidiendo a gritos la imagen de su difunta madre, un abrazo que la controlase, un beso que al fin, la calmase. Los copos de nieve aún seguían acumulandose en el poyato de la ventana, le tranquilizaba respirar el aire frío que congelaba sus pulmones, pensar que algún día,al igual que el invierno,la paz, llegaría por fín a su alma.Era cuestión de tiempo,cuestión de soñar.
Solo tú.
~ Será tu olor que me atormenta o tu recuerdo tras haberte marchado hará escasas horas de mi habitación. Sé que cuando te enamoras el mundo está boca abajo, incluido el corazón. Eres capaz de hacerme morir en el peor de los ataques de cosquillas, aún haciéndome sentir más viva que nunca, sé que si es contigo, nada malo puede pasarme. Siento como el corazón me estalla, se reconstruye y vuelve a su lugar cada vez que me susurras, cada vez que al traspasar la puerta de mi casa empiezas a sonrojarte, después de casi dos años de relación, como hablas a tu madre de mi, e insinuándole que si te permitiría pedirme matrimonio en un par de años... Recuerdo nuestra primera noche juntos, y desvelarme en mitad de la noche, turbia, perdida... y habías sido tú, intentando besarme toda la noche sin despertarme... para poder verme dormir, y desde que sé lo que es dormir sabiendo que te tengo, escuchando tu respiración,no hay noche que no te extrañe antes de cerrar los ojos. Sé que podría escribir la más bella historia de amor juntando tu nombre y el mío, pero por ahora, antes de escribir el segundo Quijote de amor, prefiero vivirlo, sentirlo.
domingo, 5 de febrero de 2012
18 meses a tu lado.
~ La vida para mi a cambiado, y doy gracias porque desde que apareciste tú siempre a sido a mejor. Eres la persona que puede determinar mi estado de ánimo, hacerme llorar a morir, o simplemente con una mueca haces que se me olvide que el mundo se viene abajo. Dicen que podremos olvidar a quienes nos hicieron reír pero jamás a quien nos hizo llorar, y yo creo que no es del todo cierto, porque si hecho la mirada atrás desde estos diez y ocho meses, todo cuanto imagino, son buenos momentos contigo, no importaba donde o cuando, contigo ya era un momento digno de recordar para siempre. Jamás nos hizo falta un papel o un cura que nos dijese: "En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza". Tú has estado a mi lado en cada momento en este largo transito de tiempo y ambos sabemos que no ha sido mi mejor año pero no lo cambiaría por nada del mundo, tú has estado conmigo y eso simplemente hace que por muy malo que fuese, haya sido también los mejores momentos de mi vida hasta día de hoy. ~ No podría darte las gracias suficientes veces por las veces que te plantabas en el instituto fugandote del tuyo para que yo simplemente estuviese tranquila, que si algo pasase, tú estarías ahí para protegerme...una vez más. Has estado a mi lado en las noches en las que el llanto podía conmigo más que mis ganas de sonreír e hiciste como siempre, que todo pareciese menos malo. Hemos reído y hemos llorado juntos y siempre y repito siempre, voy a recordar las noches que te he necesitado y a la una de la madrugada, has aparecido en mi puerta llorando pidiendo que te perdonase. ~ Intento contar en un par de líneas tantísimo tiempo pero realmente no necesito contar por aquí todo esto, tú y yo lo sabemos y con eso basta. Tan solo quiero dejar mi pequeña hueya aquí para que dentro de otros tantos meses, podamos mirar entradas pasadas y sonreír pensando: "Fíjate, seguimos igual y mejor". Como hemos hecho siempre. Se nos ha presentado el muro más grande del mundo y eso no a sido nada para nosotros, jamás nos fue fácil pero eso a hecho que lo nuestro desde el mismo día en que nos conocimos, haya sido más que una historia diferente. ~ No necesito que nadie me alague, que hablen buenas referencias sobre mi, me sobra con que me sigas mirando cada día como lo hace desde aquel seis de Julio de dos mil diez. Sigo viendo la luz al final del camino cada vez que me reencuentro en tus ojos. Sigue encendido toda la vida para mi. Te amo y sobran el resto de las palabras, pequeño samurai.
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