viernes, 6 de julio de 2012

Feliz segundo aniversario, mi vida.

~ Podría escribir demasiadas cosas que prefiero dejar entre nosotros, en la memoria, algo que tan solo se pueda apreciar por la escasez de personas que lo sepan, así que simplemente quería dejar un trocito de recuerdo aquí, para cuando en un futuro leamos de nuevo mis entradas, sonriamos al ver todo esto.
Hoy hace dos años desde que nos conocimos, dos años desde nuestro primer beso... Pasó todo demasiado deprisa, y te recuerdo diciéndome que tenías miedo de que algo como lo nuestro tan rápido haya venido se fuese... Seguimos aquí, dos años y tu prometiéndome querer estar otros 60 más. Jamás pensé encontrar a una persona que me cuidase tanto como tú, que me quisiese y después de dos años de relación, aún te pongas nervioso cuando te beso. Siempre quise encontrar a una persona que pudiese pasar los días, en una rutina y sea más que una rutina porque estuviésemos juntos, y lo encontré, no importan los silencios, puedo disfrutarlos contigo, mientras me acaricias el pelo, mientras me muerdes la mejillas, o te diviertes cogiéndome las lorzas de la barriga. No fue fácil empezar, nadie quería que estuvieses conmigo, por físico, por celos, por los motivos que fuesen, todo eran muros, siempre tuve miedo de que eso pudiese acabar con algo como lo nuestro pero para mi sorpresa, tú decidiste tumbar esos muros, y seguir hacia adelante con lo que para ti era más importante; nosotros. Me has repetido cada día desde entonces que no te arrepientes de nada y que todo cuanto necesitas está en mi. Las relaciones no son fáciles, todo tiene un proceso, hay que aprender, y crecer y nosotros siempre quisimos hacerlo juntos por eso siempre fue todo un poco más ameno. Recuerdo una de nuestras discusiones tontas, como tantas, decidí bajarme al restaurante de la playa, mientras yo lloraba sin saber que hacer, apareciste tú, viniendo desde la otra punta de la ciudad, con la pierna rota, sin muletas, apareciste entre las rocas en plena noche, llorando pidiéndome perdón... No importa cuantos fallos cometan las personas, siempre que de ahí, se aprenda y tú me has crecer, aprender y a creer en el amor de verdad. Nunca quise rosas, ni joyas, ni regalos, solo quería ver como algo así no se apagó con el tiempo y mi mayor regalo a sido ver como se a ido cumpliendo con los años. Ver cada detalle, aparecer en mi casa un día de lluvia que tus padres no te dejaban venir a verme, con un peluche gigante, el día de San Juan hacerme un corazón con velas y en medio la primera carta que jamás hiciste a nadie, venir a la una de la madrugada a verme porque yo te necesitaba, pasarme notas de amor por debajo de la puerta mientras yo me duchaba...Para muchas personas serían simples tonterías, para mi lo que ha hecho que te quiera cada día más y desee pasar año tras año. Has cumplido cada una de tus promesas, como el día en el que nos conocimos, y por eso yo cumpliré la mía de cuidarte para siempre. Te amo mi vida, feliz segundo anivesario.
Pd: me enamoran detalles así, un día cualquiera. 

jueves, 14 de junio de 2012

~ "Falta apenas un mes para nuestro segundo aniversario, y no me hace falta cumplir años a tu lado para saber que pasaría toda una eternidad contigo. Haces que el mundo parezca fácil de vivir... y lo que más hace que te ame; haces que parezca hermoso. Te amo con todas mis fuerzas, Javi". O6.O7.2O1O.


martes, 29 de mayo de 2012

Desfiladero.

~ Y así fue, como Caroline arrancó el coche, sin dirección alguna subió colina arriba, sin pensar hacia donde, tan solo sabía que huía de algo, sin saber que eran sus propios pensamientos. Conducía con los ojos empapados en recuerdos, en recuerdos que parecían no querer volver a un presente en el que ella los necesitaba más que nunca. "Me pregunto que habrá cambiado..."- se preguntaba con la música a todo volumen intentando no escucharse a sí misma. Era curioso, pasó de tener en la misma persona todas las necesidades biólogicas del mundo, a no tener un hombro en el que llorar. Aparcó llegando a un desfiladero, desde donde se podía contemplar toda la ciudad; era como tener el mundo a sus pies. "Y qué más daría tener un mundo entero si no soy siquiera dueña de mí misma"- se decía sentandose con los pies colgando al borde del desfiladero. Movía los pies cual colegiala, esperando un algo que sabía que no llegaría. Cogía y expiraba aire como si su vida dependiera de ello, intentando controlar las pulsaciones del corazón, intentando no acelerarse pensando en todo lo ocurrido. Se preguntaba si todo estaba llegando a su fín, si ella no era suficiente, si los malos augurios y sus peores temores estaban cobrando vida en una mala novela escrita por un mal escritor. "Jamás pedí un anillo, tan siquiera una cena en el mejor restaurante de Madrid y aún así, consiguió hacerme sentir egoísta, haciéndome sentir que pedía demasiado, demasiado nunca es para quien ama de verdad..."- dijo dando un paso al frente de aquel desfiladero.

sábado, 28 de abril de 2012

Miss you.

~ Y era ahora, en ese instante, en el que la luna pedía a gritos la llegada de su memoria, pero su mente hacia horas la adelantó, siempre estuvo consigo. Las horas frente al  ordenador mirando una fotografía, escuchando una canción de esas que en vez de recordarte a una situación te recuerdan a esa persona, así es como pasaba sus horas sin él. Era una relación a distancia, en la que tan solo consolaba que la misma luna les taparía cada noche. 'Pagaría. Pagaría por tenerle aquí, que abriese la puerta de mi casa, yo, inerte en mi misma sin saber que hacer no gesticular palabra, que se acerque a mi y en volandas, en brazos me lleve hasta la habitación, sea capaz de tirarme en la cama de esa manera en la que tan solo a quien se ama, puede hacer sin dañarme más que si mi corazón partiese, que entre mil besos haya perdido la cordura y me hiciese olvidar como había conseguido adentrarse aquí, en mi casa, en mi habitación, en lo más hondo de mi'- escribía en el diario de su ordenador. Eran deseos escritos, momentos jamás sucedidos esperando una gota, un polvo, o un hechizo mágico que convirtiese cada corazonada en un momento que lo hiciese latir. 'La extraño, mi mente está con ella, con ella o no presente, con sus pupilas o no clavadas en las mías, mis ojos solo tienen miradas de seducción por ella, unos latidos que marcan al compás su nombre y un pobre enamorado que se pregunta si ella me recordará esta noche'- se repetía él cada noche antes de dormir mirando al techo de su habitación.
- "El amor es más que un número, una cantidad o una medida. Es algo que nos hace crecer, nos hace más grandes y nunca físicamente".

viernes, 13 de abril de 2012

Clock.

~ La conciencia la golpeaba, la arañaba y la gritaba cada noche y sin saber como ni por qué, sus mayores temores se convirtieron en sus confidentes. La melancolía se abría paso entre ilusiones rotas, entre caminos de planes de un futuro que se embarcaban hacia un mar sin nombre. Su mente afirmaba cosas que su corazón rechazaba como quien no acepta la muerte de un ser querido, él ya no estaba pero era evidente que aún buscaba su olor en su almohada. Podría caminar por las mejores calles de Madrid, un millón de dólares en el bolsillo y seguiría sintiéndose pobre, vacía. Era consciente de lo que su ausencia había causado; el maquillaje no servía, era inútil intentar maquillar un corazón roto. Pasaban los días en su cama buscando el descanso que su mente no la permitía, procesando malos y buenos momentos, incluída durmiendo. Cristina, así se llamaba. Tenía unos rizos color caramelo, unos ojos marrones color chocolate y la mejor sonrisa, pero sentía que ya no tenía a quien hacer feliz con ella. Paseaba entre parques y calles en donde en cada lugar, había un momento escrito, un par de nombres tallados en un árbol o un beso rememorando cuánto se quisieron. Dicen que el paso del tiempo no perdona y no espera para nadie; - 'Tan siquiera para un corazón enamorado'- pensó Cristina caminando entre lágrimas hasta aquel callejón. Se dejaba derrumbar por un sentimiento que parecía ser un 'dementor', se apoderaba de ella cada noche, se apoderaba de sus únicos recuerdos de felicidad. Era visible en su rostro, no había luz en su mirada, ni sonrisas con las que deslumbrar a los que tanto la quisieron. Decidió volver a casa, tan solo el taconeo de sus zapatos la acompañaba en una melodía que su cabeza era capaz de tatarear sin césar, mientras tanto por el camino no hacia más que repetirse: - '' Me hubiera encantado morirme en tus brazos y que mi último suspiro lo hubiesen sentidos tus cálidos labios"- dijo tirando su última lágrima a la orilla de aquel mar.

- Historia basada en una conocída mía.

Enmarcada.

~ Era desesperante no poder leer en el brillo de sus pupilas cuales eran sus pensamientos cuando la miraba, era desconcertante, hermoso e intrigante pensar que alguien puede ver en uno mismo lo que no somos capaces de querer de nosotros mismos frente a un espejo. Le repetía tres veces por segundo cuantísimo la amaba, qué jamás vió unos ojos que le hechizasen tanto como los suyos, que jamás nadie le hizo bombear el corazón de tal manera, pero era una opinión subjetiva, él la amaba. Eran escasas las veces que decidía mirarse en un espejo y decir: 'Soy así y así me quiero', porque no era cierto, sabía que ella era más que un sobrepeso en una imagen enmarcada en un espejo, más que un par de estrías y una cara que había evolucionado a peor. Se preguntaba que clase de brujería era la que hasta en sus peores días él la dijese que era la persona más hermosa y encantadora que tuvo el placer de tener jamás, la vió con ojeras, enferma, sin peinar, sin maquillar, dormida, babeando en sueños y quizás hasta roncar, ¿la perfecta imagen de una princesa?, no lo creía, pero él sí.
- ¿Qué ves en mí?, ¿qué haces conmigo...?
+ Estoy enamorado y veo el mundo en tus ojos. Y estoy con la persona que me enamoró por primera y última vez. Para mi siempre serás preciosa, princesa.
"No sé si existe un prototipo de princesa, un principe con sangre azul y una madrastra que quiera envenenarme, solo sé que los principes no escalan torres, pero tocan cada madrugada el telefonillo de mi casa si le necesito, te ama, tu princesa".

viernes, 6 de abril de 2012

Eres ese 'algo', que para mi no encuentra fronteras.

~ Y aquí estoy de nuevo, observando tu fotografía, una y otra vez hasta que el brillo de la pantalla de mi ordenador enrrojece mi ojos y con la mejor escusa del mundo, mis ojos lloran. Lloran y puedo gritar a los cuatro vientos que es de felicidad, de tenerte, de poder oler tu perfume todos los días, me he inmortalizado con tu olor, búscandolo en mi cama cada noche cuando abrazo a esa almohada que pagaría porque fueses tú. Fuí toda mi vida una romántica, con unas fantasías que eran eso y nada más; fantasías. Todo el mundo busca una persona que la quiera, que la cuide, que la entienda aunque no pueda, que le parezca hermosa aunque esté en el peor de sus días y que el mundo comience y acabe con esa persona. Y yo te conocí a ti. Me recuerdas cada día que desperté algo en ti que te hizo cambiar, me repites cada 'X' tiempo que las personas solo cambian por una gran razón, la aparición de algo explendido en su vida, un milagro y que yo fuí el tuyo y das gracias por ello... Sé que el cielo no es de color rosa pero si es contigo cerrando un poco los ojos puedo intentar verlo de tal forma. Eres capaz de hacerme reír, y llorar de cosquillas al mismo tiempo. Hayas podido o no estar cuando te necesitaba te has escapado de tu casa, has venido en plena madrugada, con o sin tormentas y has aparecido en la puerta de mi casa, solo y enteramente por y para mi. No soy una chica 90' 60' 90' pero solo sé que no existen medidas para un corazón, y que tú estás hecho a mi medida. El mundo a podido hacerme caer y haberse reído de mi al mismo tiempo y tan solo alguien como tú, un corazón noble a podido besarme delante de toda esa basura a la que llaman mundo. Por eso sé que lo nuestro va más allá de un planeta, un amor así no encuentra fronteras. Te amo, Javi.