~ Y que importaba ya si en el cielo no volvería a posarse el sol. ¿Qué importaría no volver a abrir los ojos?. Es un mal trago de whisky y tequila, en el cual se olvidaron de darte limón y sal. Arde, te quema y escuece, así han sido siempre los tragos de tequila y así serán siempre las malas experiencias. La ley karmática dice que buen o mal pensamiento o conducta acumulará mal karma, lo que hará que sucedan momentos en la vida no agradables, que traigan sufrimiento o perturbación a esa persona. La cuestión es: "¿Y los que lo hemos hecho bien?. Es una continua espera, alimentando una rabia con un: "No hay prisa, ya pagarán", preguntándonos si tal vez simplemente, es una manera de consuelo, una auto-ayuda, una manera de dejar pasar la agonía hasta que se convierta en polvo. Ves pasando los días, sentado en el sillón y es una mala película repetida, como un disco rayado repitiendo la frase más detestada de tu disco favorito, sabiendo que esa película podría continuar, con el resto de la canción, la que siempre te gustó, te encantó y se a quedado atascada, en un mismo mal momento. Dicen que el destino no nos pone ante ninguna situación que no podamos superar, pero llega un momento en el que has intentado saltar tantas veces 'ese' muro, qué cuando parece que se a hecho más pequeño, te das cuenta que has dejado todas tus fuerzas en intentarlo las veces anteriores cuando aún era imposible. 'Todo tiene un límite' o eso dicen, pero ¿dónde está el verdadero límite?, ¿lo pone la razón o el corazón?, ¿el estado físico o psíquico?. Siempre hará falta otro trago de tequila sin limón para comprobarlo.
~ Supongo que a veces necesitamos unas vías de escape que através de la garganta no encuentran salida. El deslizar de los dedos sobre el teclado es hoy día, el lenguaje del alma.
viernes, 26 de octubre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
Eterna.
~ La noche decidió por si sola, caer antes aquella noche. Lucinda arraigaba todo cuanto la rodeaba, a aquellos sentimientos que la seguían desde su despertar aquel día. Su alma vivía en aquel pueblo, la nieve reinaba sobre él gran parte del año, y eso a Lucinda, la hacia sentir libre. Desde la ventana de su casa, podía contemplar las montañas, teñidas de un blanco que parecía puro como un ángel recién caído del cielo. Si cerraba los ojos podía escuchar el sonido del riachuelo junto a la carretera, chocando y rompiendo contra los hielos acumulados en el agua. ¿Qué más podría pedir en un lugar como ese?. Un taza de chocolate caliente, un abrigo de lana y él. Lo tenía todo exceptuando el último punto. Lucinda todo cuanto quería en días de lluvia, tormenta, sol o viento, era tener a Roger consigo. No podía parar de pensar que si él estuviese ahí no necesitaría abrigo, él la abrazaría. Si él estuviese ahí, no necesitaría una taza de chocolate caliente, él la besaría. ¿Cómo un sentimiento podía cumplir, llenar y abastecer las necesidades físicas de una persona que no estaba ahí?. Es sencillo, el corazón es físico, el amor que hay en él es invisible. Lucinda estiró las mangas de aquel abrigo de lana hasta cubrirse los dedos enteramente con él. Se sentó en su camastro, con las piernas pegadas al pecho, mirando por aquella ventana de madera, con el cristal semi-empañado por el frío. - "Espero un sentimiento que llega antes que tu presencia, pero te esperaría aun no teniendo la seguridad de si un día volverás, tú me haces eterna"- pensó Lucinda, antes de soltar una lágrima de felicidad, pensando en que sin embargo, ella sabía que si volvería.
jueves, 23 de agosto de 2012
~ Era indispensable, algo inigualable. Tan solo estaba ella, en aquella bañera para dos, acariciando con los dedos la ausencia de a quien se ama. Echaba chorros de gel con olor a rosas, con los ojos cerrados dejando que aquel perfume le nublase los sentidos. Posaba sus pies en el potente chorro de aquella bañera, notando como aquellas cosquillas recorrían sus todo cuerpo, anhelando a alguien con quien bromear. Era su lugar preferido, su único cuarto con pestillo, el único lugar donde las lágrimas se camuflaban con el vapor del agua caliente y chapuzones de cuerpo entero. Era una rutina, sumergirse en la bañera y sumergir sus pensamientos en aquellos discos de vinilo de los años '80, creía poder viajar al pasado si escuchaba sonidos que de personas que ya no estaban. Rememoraba cada mensaje que él la escribía, tantas de aquellas noches que el teléfono la despertaba tan solo para recordarle cuanto la quería y colgaba. No podía evitar llorar, de felicidad. Se preguntaba que haría cuando no pudiese compartir baños con él, poder asustarse el uno al otro por casa, pedir que la hiciese su comida favorita o tan solo mirarle dormir. Pero sin embargo ahí estaba él para recordarle que pasaban los años y sus promesas eran firmes, sinceras y de corazón. Y el corazón nunca miente. 'Me quedaré contigo para siempre, te lo prometo princesa'- la hizo salir de sus pensamientos, en un mensaje de teléfono más.
viernes, 6 de julio de 2012
Feliz segundo aniversario, mi vida.
~ Podría escribir demasiadas cosas que prefiero dejar entre nosotros, en la memoria, algo que tan solo se pueda apreciar por la escasez de personas que lo sepan, así que simplemente quería dejar un trocito de recuerdo aquí, para cuando en un futuro leamos de nuevo mis entradas, sonriamos al ver todo esto.
Hoy hace dos años desde que nos conocimos, dos años desde nuestro primer beso... Pasó todo demasiado deprisa, y te recuerdo diciéndome que tenías miedo de que algo como lo nuestro tan rápido haya venido se fuese... Seguimos aquí, dos años y tu prometiéndome querer estar otros 60 más. Jamás pensé encontrar a una persona que me cuidase tanto como tú, que me quisiese y después de dos años de relación, aún te pongas nervioso cuando te beso. Siempre quise encontrar a una persona que pudiese pasar los días, en una rutina y sea más que una rutina porque estuviésemos juntos, y lo encontré, no importan los silencios, puedo disfrutarlos contigo, mientras me acaricias el pelo, mientras me muerdes la mejillas, o te diviertes cogiéndome las lorzas de la barriga. No fue fácil empezar, nadie quería que estuvieses conmigo, por físico, por celos, por los motivos que fuesen, todo eran muros, siempre tuve miedo de que eso pudiese acabar con algo como lo nuestro pero para mi sorpresa, tú decidiste tumbar esos muros, y seguir hacia adelante con lo que para ti era más importante; nosotros. Me has repetido cada día desde entonces que no te arrepientes de nada y que todo cuanto necesitas está en mi. Las relaciones no son fáciles, todo tiene un proceso, hay que aprender, y crecer y nosotros siempre quisimos hacerlo juntos por eso siempre fue todo un poco más ameno. Recuerdo una de nuestras discusiones tontas, como tantas, decidí bajarme al restaurante de la playa, mientras yo lloraba sin saber que hacer, apareciste tú, viniendo desde la otra punta de la ciudad, con la pierna rota, sin muletas, apareciste entre las rocas en plena noche, llorando pidiéndome perdón... No importa cuantos fallos cometan las personas, siempre que de ahí, se aprenda y tú me has crecer, aprender y a creer en el amor de verdad. Nunca quise rosas, ni joyas, ni regalos, solo quería ver como algo así no se apagó con el tiempo y mi mayor regalo a sido ver como se a ido cumpliendo con los años. Ver cada detalle, aparecer en mi casa un día de lluvia que tus padres no te dejaban venir a verme, con un peluche gigante, el día de San Juan hacerme un corazón con velas y en medio la primera carta que jamás hiciste a nadie, venir a la una de la madrugada a verme porque yo te necesitaba, pasarme notas de amor por debajo de la puerta mientras yo me duchaba...Para muchas personas serían simples tonterías, para mi lo que ha hecho que te quiera cada día más y desee pasar año tras año. Has cumplido cada una de tus promesas, como el día en el que nos conocimos, y por eso yo cumpliré la mía de cuidarte para siempre. Te amo mi vida, feliz segundo anivesario.
Pd: me enamoran detalles así, un día cualquiera.
Hoy hace dos años desde que nos conocimos, dos años desde nuestro primer beso... Pasó todo demasiado deprisa, y te recuerdo diciéndome que tenías miedo de que algo como lo nuestro tan rápido haya venido se fuese... Seguimos aquí, dos años y tu prometiéndome querer estar otros 60 más. Jamás pensé encontrar a una persona que me cuidase tanto como tú, que me quisiese y después de dos años de relación, aún te pongas nervioso cuando te beso. Siempre quise encontrar a una persona que pudiese pasar los días, en una rutina y sea más que una rutina porque estuviésemos juntos, y lo encontré, no importan los silencios, puedo disfrutarlos contigo, mientras me acaricias el pelo, mientras me muerdes la mejillas, o te diviertes cogiéndome las lorzas de la barriga. No fue fácil empezar, nadie quería que estuvieses conmigo, por físico, por celos, por los motivos que fuesen, todo eran muros, siempre tuve miedo de que eso pudiese acabar con algo como lo nuestro pero para mi sorpresa, tú decidiste tumbar esos muros, y seguir hacia adelante con lo que para ti era más importante; nosotros. Me has repetido cada día desde entonces que no te arrepientes de nada y que todo cuanto necesitas está en mi. Las relaciones no son fáciles, todo tiene un proceso, hay que aprender, y crecer y nosotros siempre quisimos hacerlo juntos por eso siempre fue todo un poco más ameno. Recuerdo una de nuestras discusiones tontas, como tantas, decidí bajarme al restaurante de la playa, mientras yo lloraba sin saber que hacer, apareciste tú, viniendo desde la otra punta de la ciudad, con la pierna rota, sin muletas, apareciste entre las rocas en plena noche, llorando pidiéndome perdón... No importa cuantos fallos cometan las personas, siempre que de ahí, se aprenda y tú me has crecer, aprender y a creer en el amor de verdad. Nunca quise rosas, ni joyas, ni regalos, solo quería ver como algo así no se apagó con el tiempo y mi mayor regalo a sido ver como se a ido cumpliendo con los años. Ver cada detalle, aparecer en mi casa un día de lluvia que tus padres no te dejaban venir a verme, con un peluche gigante, el día de San Juan hacerme un corazón con velas y en medio la primera carta que jamás hiciste a nadie, venir a la una de la madrugada a verme porque yo te necesitaba, pasarme notas de amor por debajo de la puerta mientras yo me duchaba...Para muchas personas serían simples tonterías, para mi lo que ha hecho que te quiera cada día más y desee pasar año tras año. Has cumplido cada una de tus promesas, como el día en el que nos conocimos, y por eso yo cumpliré la mía de cuidarte para siempre. Te amo mi vida, feliz segundo anivesario.
Pd: me enamoran detalles así, un día cualquiera.
jueves, 14 de junio de 2012
~ "Falta apenas un mes para nuestro segundo aniversario, y no me hace falta cumplir años a tu lado para saber que pasaría toda una eternidad contigo. Haces que el mundo parezca fácil de vivir... y lo que más hace que te ame; haces que parezca hermoso. Te amo con todas mis fuerzas, Javi". O6.O7.2O1O.
martes, 29 de mayo de 2012
Desfiladero.
~ Y así fue, como Caroline arrancó el coche, sin dirección alguna subió colina arriba, sin pensar hacia donde, tan solo sabía que huía de algo, sin saber que eran sus propios pensamientos. Conducía con los ojos empapados en recuerdos, en recuerdos que parecían no querer volver a un presente en el que ella los necesitaba más que nunca. "Me pregunto que habrá cambiado..."- se preguntaba con la música a todo volumen intentando no escucharse a sí misma. Era curioso, pasó de tener en la misma persona todas las necesidades biólogicas del mundo, a no tener un hombro en el que llorar. Aparcó llegando a un desfiladero, desde donde se podía contemplar toda la ciudad; era como tener el mundo a sus pies. "Y qué más daría tener un mundo entero si no soy siquiera dueña de mí misma"- se decía sentandose con los pies colgando al borde del desfiladero. Movía los pies cual colegiala, esperando un algo que sabía que no llegaría. Cogía y expiraba aire como si su vida dependiera de ello, intentando controlar las pulsaciones del corazón, intentando no acelerarse pensando en todo lo ocurrido. Se preguntaba si todo estaba llegando a su fín, si ella no era suficiente, si los malos augurios y sus peores temores estaban cobrando vida en una mala novela escrita por un mal escritor. "Jamás pedí un anillo, tan siquiera una cena en el mejor restaurante de Madrid y aún así, consiguió hacerme sentir egoísta, haciéndome sentir que pedía demasiado, demasiado nunca es para quien ama de verdad..."- dijo dando un paso al frente de aquel desfiladero.
sábado, 28 de abril de 2012
Miss you.
~ Y era ahora, en ese instante, en el que la luna pedía a gritos la llegada de su memoria, pero su mente hacia horas la adelantó, siempre estuvo consigo. Las horas frente al ordenador mirando una fotografía, escuchando una canción de esas que en vez de recordarte a una situación te recuerdan a esa persona, así es como pasaba sus horas sin él. Era una relación a distancia, en la que tan solo consolaba que la misma luna les taparía cada noche. 'Pagaría. Pagaría por tenerle aquí, que abriese la puerta de mi casa, yo, inerte en mi misma sin saber que hacer no gesticular palabra, que se acerque a mi y en volandas, en brazos me lleve hasta la habitación, sea capaz de tirarme en la cama de esa manera en la que tan solo a quien se ama, puede hacer sin dañarme más que si mi corazón partiese, que entre mil besos haya perdido la cordura y me hiciese olvidar como había conseguido adentrarse aquí, en mi casa, en mi habitación, en lo más hondo de mi'- escribía en el diario de su ordenador. Eran deseos escritos, momentos jamás sucedidos esperando una gota, un polvo, o un hechizo mágico que convirtiese cada corazonada en un momento que lo hiciese latir. 'La extraño, mi mente está con ella, con ella o no presente, con sus pupilas o no clavadas en las mías, mis ojos solo tienen miradas de seducción por ella, unos latidos que marcan al compás su nombre y un pobre enamorado que se pregunta si ella me recordará esta noche'- se repetía él cada noche antes de dormir mirando al techo de su habitación.
- "El amor es más que un número, una cantidad o una medida. Es algo que nos hace crecer, nos hace más grandes y nunca físicamente".
- "El amor es más que un número, una cantidad o una medida. Es algo que nos hace crecer, nos hace más grandes y nunca físicamente".
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