Tal vez tuviese razón. Tal vez había ignorado demasiado tiempo que ella vivió en la oscuridad, sumergida en una habitación en la que la única ventana hacia meses se quedó atascada con la persiana bajada. ¿Cómo podría comenzar a parpadear una bombilla rota a golpes por el miedo?. Era ilógico y por ello decidió ignorarlo. Tal vez fuesen las ansias por volver a ver la luz o simplemente una alucinación provocada por su mente tras haberlo deseado demasiado. Mientras daba vueltas por esa habitación a oscuras la calma comenzó a llegar a su fin. Dejó de darle tiempo a la agonía y decidió gritar aporreando las paredes de aquel zulo aparto de la mano de Dios, por si en algún momento, alguien la pudiese escuchar. No importaba salir sin fuerzas, con el pelo desmarañado o las uñas arrancadas por arañar la pared, tan solo pedía alguien que la sacase en brazos de aquella eterna oscuridad. En uno de sus repetidos intentos por escapar sin ayuda, cayó desplomada al suelo, con uno de sus brazos por encima de los ojos, sabiendo que el llanto, no había hecho nada más que empezar. De repente, de nuevo, la bombilla parpadeo. Se incorporó poco a poco, no podía entenderlo, ¿era esto posible?. De repente, alguien empezó a aporrear aquella pared, gritando su nombre. Su corazón se aceleró, sin poder asimilar volver a escuchar una voz que no fuese ella, que le calase tan hondo en la piel. Se levantó como si una tempestad arrebatase su alma, intentando escuchar de que parte exacta de la pared procedía la voz que había vuelto a rescatarla. De repente, una grieta se abrió en aquel muro. Se apartó lentamente, sudada y exhausta por todo aquel último esfuerzo. Todo era demasiado confuso. Sus rodillas empezaron a temblar y sus pupilas empezaron a contraerse, pero...¿era esto posible?. La luz comenzó a entrar en aquella eterna oscura habitación mientras alguien gritaba su nombre, intentando guiarla de nuevo hacia la luz. Pero se había acostumbrado a que la abandonasen en la oscuridad y ahora, tal vez no podía creer que alguien estuviese intentando derribar aquel muro por ella.
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