~ Lo intento pero puedo jurar que no lo consigo. Son las voces de la melancolía las que hoy derraman tinta sobre cada sílaba que escribo, la melancolía esta noche, es mi musa. Retrocedo la vista atrás y es inevitable mantenerse frío, inerte... ante todo cuanto quedó en el pasado y es ahí donde quedará por los restos. Lo tenía todo, o eso creía. Dicen que los amigos de verdad se pueden contar con una mano, por regla de tres yo podría ser manca, no necesito dedos. Podría haber contado cada paseo dimos juntas, cada conversación en la que fuimos el hombro la una de la otra y hoy día solo queda la incertidumbre de si recordará mi existencia, si se preocupará de recordarme alguna vez. Fue parte de mi, y es la conciencia de no haberselo hecho saber cuando podía. Mi lema siempre fue: "Las personas cambian", y esta noche puedo decir que no es del todo cierto. He conocido personas que parecían haber sido arrastradas del mismo infierno al cielo, tocándoles con un toque de gracia, convirtiendo sus corazones en agua pura de manantial pero es mi desdicha la de conocer a personas las cuales sus almas anidan en el Limbo... perdidas como sus conciencias. El universo es tan inmenso al igual que mi memoria. Tan solo espero que algún día toda esa inmensidad se reduzca a una persona, a una hermana que no comparta mi ADN y eso será suficiente para compensar tanta melancolía en un corazón soñador. Hoy día te sigo buscando... pero te encontraré, Hermana.

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