- El cielo entrelazaba estrellas, brillaban por luz propia, igual que su mirada cuando la miraba através del cristal, a escondidas, en silencio , como todos aquellos años. Era la perplegidad de su manera de ser, su sonrisa, esa peculiar perspicacia que la hacía diferente, aquello que marcó un principio y un no final en su vida, la recordaba cada noche como si fuese la noche del baile, cuando por fin después de tantos años la consiguió abrazar, acariciar, sentir su aroma a milimetros de distancia... Quizás fueron todas aquellas cosas las que le empujaron al avismo,a intentar reunirse con ella, ya nada quedaba, su sonrisa, su aroma de por las mañanas en su almohada, ya no existia, tan solo era su recuerdo,después de aquel trágico accidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.